¿Cómo puedo asegurar que las opciones de trabajo flexible cumplan con las expectativas de los empleados?

Aunque ofrecer opciones de trabajo flexible es un paso en la dirección correcta, las organizaciones a menudo se quedan cortas a la hora de alinear las políticas de flexibilidad con las expectativas de los empleados. Nuestro estudio pone de manifiesto una brecha significativa: mientras que el 68% de los empleados españoles prefieren un horario flexible, sólo el 40% tiene acceso a él. Del mismo modo, el 53% de los empleados valora los turnos de trabajo flexibles, pero sólo el 30% puede beneficiarse de ellos. 

Abordar esta desconexión requiere una comprensión más profunda de lo que los empleados valoran más en sus acuerdos laborales.

La flexibilidad no es una solución universal. Para algunos, puede significar elegir la hora de entrada y salida diaria; para otros, se trata de poder trabajar a distancia. He aquí cómo las organizaciones pueden reducir las diferencias:

• Escuchar las opiniones de los empleados: Empieza por recoger las opiniones de los empleados mediante encuestas, grupos de discusión o reuniones individuales. Esto garantiza que las políticas flexibles reflejen las necesidades reales de los empleados.
• Educar e informar: Una vez establecidas las políticas, asegúrate de que los empleados entienden cómo sacarles el máximo partido. Una comunicación transparente ayuda a evitar malentendidos y aumenta su aceptación.
• Adaptar las políticas a las funciones: Las distintas funciones requieren diferentes niveles de flexibilidad. Por ejemplo, las funciones orientadas al cliente pueden necesitar un horario fijo, mientras que otras pueden beneficiarse de horarios de trabajo asíncronos. Para que esto funcione, es esencial definir políticas claras que establezcan el marco de la flexibilidad, detallando quién puede hacer qué, cómo y cuándo. Unas directrices claras garantizan la coherencia, gestionan las expectativas y ayudan a empleados y directivos a gestionar la flexibilidad con eficacia.

La clave del éxito de la flexibilidad es el equilibrio. Aunque los empleados necesitan autonomía, las empresas también deben asegurar la eficiencia operativa y garantizar la continuidad del negocio. El establecimiento de indicadores clave de rendimiento y la evaluación periódica de las políticas de trabajo flexible garantizan la satisfacción de los empleados y la consecución de los objetivos empresariales.